Monografias.com > Sin categoría
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Configuraciones estatales en la antigüedad (página 2)




Enviado por marianopilling



Partes: 1, 2

Asimismo el autor utiliza como elementos de prueba de su
hipótesis, testimonios arqueológicos
para considerar la formación de prácticas
estatales.

Los escasos registros
arqueológicos de la fase Nagada II (ca 2900-3000 a.C)
proporcionan al autor una creciente evidencia de la existencia de
conflictos
bélicos en el valle del Nilo.

En los yacimientos arqueológicos de esta fase la
existencia de mazas y un modelo en
arcilla de una fortaleza, así como la iconografía
de tumbas de Hieracompolis, como también un conjunto de
mangos de paleta y cuchillos, presentan una larga serie de
motivos relacionados con lo que debió ser una época
convulsionada bélicamente: poblados amurallados, combates
cuerpo a cuerpo, ejecución de prisioneros, etc.

Pero asimismo, el análisis de estas fuentes no
basta para el autor, para indicar la emergencia de las
prácticas estatales, ya que según la
hipótesis del
autor, es necesario que el bando vencedor estableciera un tipo de
dominación sobre el bando vencido.

Y esto queda demostrado en la presencia de objetos
importados de otras regiones que indican que el surgimiento de
las practicas estatales tuvo que ver con el dominio de las
redes de
intercambio, y esta lucha por el control efectivo
de estas redes, así como la neutralización de los
objetivos de
las comunidades rivales, sentarían las bases, según
Campago, para el establecimiento de una situación
radicalmente nueva, en la medida que demandaba que las
comunidades vencedoras ejercieran un control coercitivo, de un
modo eficaz y duradero, sobre las comunidades
vencidas.

Esto demostraría, para la hipótesis
planteada, la inauguración de un nuevo orden, organizado
por una nueva practica, la practica estatal.

A diferencia de la hipótesis de Campagno que
propone analizar el surgimiento del estado en
Egipto desde
una mirada exógena, estudiándolo en términos
de coerción y consenso, B. Kemp propone analizar el
surgimiento de las formas estatales a través de una
variable psicológica que conllevaría el paso
decisivo hacia una ordenación estatal o el surgimiento del
estado mismo, en el que el desarrollo de
lazos que le den identidad a
cada uno de los miembros de una sociedad con
el lugar de asentamiento, que de acuerdo a Kemp, este seria el
eje central para analizar el surgimiento de las configuraciones
estatales en Egipto.

Kemp otorgará un papel fundamental al aspecto
ideológico en el proceso de
aceleración y consolidación del Estado.

Kemp sostendrá como hipótesis estos
elementos psicológicos en la configuración temprana
del estado en Egipto considerando a los componentes de la vida
temporal, que se hallaban en íntima conexión con el
cosmos, siendo el rey el encargado de mantener esa
conexión en armonía sagrada.

El faraón era considerado, dentro de esa ideología construida por lo sectores
dominantes, como un dios, dentro de esa cosmogonía
estática que los egipcios consideraban al
cosmos, con sus elementos de dualidad y
pre-establecimiento.

Kemp sostiene que esa identificación del rey con
el cosmos y su relación de equilibrador entre lo terrenal
y lo divino, constituía una identificación que le
permitía legitimar su dominación.

Kemp y otros autores como Frankfort, que sostienen estas
hipótesis de los elementos psicológicos como
factores fundamentales en la configuración de las formas
estatales tempranas en Egipto, utilizan como fuentes "Los
textos de las pirámides",
sosteniendo que allí
el faraón una vez muerto, es llamado Osiris, vinculando
parentalemente al faraón con el conjunto de divinidades,
resaltando la importancia del papel legitimador del
parentesco.

Otra de las fuentes utilizadas por Kemp es "El rey
Kheops y los magos"
, donde el faraón es legitimado por
ser hijo de Ra,( lo que lo refleja que su poder no es
terrenal y que su poder emana de las relaciones de parentesco con
las divinidades), asimismo en muchas fuentes graficas, como
al citada por muchos autores, "La paleta de Narmer" , el
faraón es representado de un tamaño mucho mayor al
de los otros hombres, siendo igualado así a los dioses, en
el mismo sentido suele irrumpir sometiendo a un grupo grande
de enemigos, quienes no pueden siquiera hacerlo preocupar ,
debido al carácter divino de su persona.. Para
Kemp estas son formas de legitimar ideológicamente a la
presencia estatal, de manera que la gente se encontraría
confiriendo por propia voluntad su autonomía individual y
local al ingresar voluntariamente a estas formas estatales que
subordinarían sus autonomías.

Las
configuraciones estatales en la Grecia
Antigua

En el presente apartado nos ocuparemos de indagar las
hipótesis sobre el surgimiento de lo que conocemos como
Poleis o Ciudades Estado en la Grecia Antigua.

Adentrándonos en los trabajos de los distintos
autores, decidimos profundizar sobre las investigaciones
que plantean una dicotomía marcadamente diferente. Este
contraste surge de las interpretaciones que los investigadores le
han dado al rol que cumplían los campesinos en las
ciudades Estado Griegas.

Para comenzar presentamos la hipótesis principal,
la del investigador argentino Julián Gallego, quien basa
su idea en la siguiente pregunta. ¿Que es lo que tiene de
singular, en la Grecia Antigua, la relación entre el campo
y la ciudad?

Gallego sostiene que si bien el mundo griego presenta
contrastes entre lo urbano y lo rural con algunos puntos
denigrantes o marginales en la vida del campesino,
debemos recordar que la cultura de la
elite urbana y la poleis como sociedad, se establece a partir de
sus bases agrarias. En la mayoría de las comunidades de la
Grecia clásica, ser campesino implicaba tomar parte del
proceso gubernamental decidiendo políticamente y sirviendo
militarmente. En muchas cosas los pobladores de la ciudad, no
eran otros, que los labradores, cuyas casas permanentes
solían hallarse en el centro urbano, desde el cual
salían diariamente hacia los campos para llevar a cabo las
faenas agrícolas.

En otros casos la mayor parte vivía en el
campo, pero lo que importa de los campesinos en la ciudad, no es
tan solo su presencia física o su
residencia allí, sino el hecho de que a lo largo de la era
arcaica, lograron convertirse en ciudadanos, puesto que el
núcleo urbano era el centro de la comunidad
política
que incluía por igual a lo urbano y a lo
rural.

La idea de este autor remite entonces a la
dimensión político institucional alcanzado por
aquellos que se definían como campesinos. De esta manera
no interesa tanto la posible residencia de los agricultores en el
centro urbano, sino la facultad que detentaban de poder ser parte
del proceso político que se desarrollaba en la
ciudad.

Al igual que en otras sociedades,
como veremos en la hipótesis opuesta, los campesinos
griegos podían, y en ocasiones estaban, sometidos a la
población urbana o a las leyes de la
ciudad, por ejemplo cierta sumisión económica o
rentística. Pero la diferencia de los campesinos griegos
era su vinculación de igual a igual con la ciudad
integrándose al proceso de decisión
política.

La visión opuesta y a la vez más difundida
acerca del campesinado ha postulado una distancia infranqueable
entre la vida agraria y el mundo urbano.

Esta visión afirma la subordinación de los
labradores al sistema urbano, e
incluso resalta que es debido a esta sumisión que el
campesinado como tal hace su aparición histórica.
Conozcamos los argumentos de uno de los autores que apoya esta
idea, Redfield: la interpretación económica de la aldea
campesina y la ciudad halla expresión política en
las instituciones
de control de la comunidad local por el poder ejercido desde la
ciudad. Las relaciones establecidas entre la aldea campesina y el
mundo urbano son tanto políticas
como económicas. Donde la comunidad local es
todavía más o menos tribal, el control urbano puede
ejercerse mediante expediciones punitivas, reales o potenciales,
pero cuando el campesinado esta plenamente presente, el control
secular e impersonal de la ciudad es continuo y
preciso.

Desde esta perspectiva, la ciudad resulta un polo de
poder que define al campesino. Este traba distintas relaciones
con ese polo, empezando por la posibilidad de colocar allí
sus excedentes. La ciudad puede permitirle, bajo ciertas
condiciones, desplegar un conjunto de relaciones ligadas a
consideraciones de índole estatutaria.

Formas culturales, valores todos
derivados de la civilización urbana, pueden transformarse
en factores que sirvan de referencia para la propia
definición del campesino. Todos los elementos del modelo
subrayan que, mas allá de las interacciones entre el mundo
rural y el urbano, el campesino no forma parte de este ultimo
sino que se define en un contraste necesario con el.

Volviendo a la hipótesis de Gallego,
profundizamos en ella para descubrir su fundamentacion y las
fuentes que utiliza. El autor toma de Osborne la idea de que para
los antiguos griegos el núcleo básico de la vida
social era un tipo característico de comunidad cimentado
en el modelo de ciudad Estado en tanto que unidad indivisible de
un centro urbano y el territorio agrícola, puesto que la
ciudad y el campo no podían estar separados.

Para darle mas fuerza al
concepto el
autor rescata un análisis de Marx, donde la
existencia material de la ciudad otorgaba presencia objetiva y
permanente a las instituciones que gobernaban el sistema social,
dentro de un esquema basado en la "ruralizacion de la ciudad" y
no en un dominio de la ciudad sobre el campo como el
señalado por el modelo opuesto. Siguiendo con las ideas de
Marx, el autor sostiene que, lo dicho implicaba un modo de
articulación de las relaciones sociales que comportaba la
constitución de una colectividad
política con poderes bien delimitados, lo que
podríamos definir en términos modernos, un Estado.
Siguiendo con el concepto sobre el Estado de
Marx, Gallego suma otro autor que nos explica que la comunidad
como un todo debía encargarse de los asuntos de la
guerra,
razón por la cual cada ciudadano propietario de un lote se
convertía en un soldado que con sus propias armas
debía defender los intereses, básicamente agrarios,
de la colectividad, (Bryant)

A partir de aquí Gallego se introduce en las
diferentes formas de adquisición y reparto de tierras en
la Grecia Antigua, análisis que pasaremos por alto a fin
de no tornar tedioso el
trabajo.

Adentrándonos en la postura opuesta, vemos que el
análisis de los vínculos entre ciudad y campo, ha
tenido varios matices como el ya citado de Redfield, pero el
más recurrente, es el de la ciudad como centro de consumo
sostenido por Finley en sus estudios de la ciudad
grecorromana.

El campesinado local siguió siendo una
constante, los hombres con pequeñas parcelas, aun los
campesinos ? ciudadanos libres, representan el mercado
más ínfimo y menos elástico posible para la
producción urbana. Por lo tanto la
producción puede aumentar solo hasta el punto en que haya
mercados para la
exportación, que en la antigüedad eran
mercados accesibles al tráfico marítimo y fluvial.
El difundido predominio de la autosuficiencia domestica bastaba
para frenar la producción extensiva destinada a la
exportación.

Finley con esta idea se basa en lo que Weber
tenía en mente cuando llamo a la ciudad antigua centro de
consumo, no de producción.

Esta perspectiva sobre la articulación entre
productores agrarios, centros urbanos y producción
manufacturera se sostiene en la hipótesis de la ciudad
antigua como un tipo ideal conformado por propietarios de tierras
y consumidores, siendo residentes de la ciudad una parte de los
primeros y la mayoría de los segundos.

Sombart, resume en tres posiciones la idea de Finley
basada en las nociones de Weber 1- la existencia de una
oposición entre población rural y población
urbana 2- la población urbana solo como una pequeña
parte de la población total 3- la población urbana
como consumidora tanto en numero como en influencia.

Para completar el debate, no
propusimos incluir a un autor que critica directamente las
posiciones de Sombart. Hansen se dispone verificar si las
variables del
modelo sombartiano se cumplen en la Grecia antigua, de modo que
pueda ser utilizado en la formación de la poleis. La
inaplicabilidad del modelo le permite establecer que 1- la mayor
parte de la población vivía en el centro urbano,
tal vez en una proporción de 2:1 respecto de la rural 2-
muchos eran labradores ciudadanos que vivían en la urbe
pero trabajaban en el campo.

En consecuencia la mayoría de la población
urbana no estaba constituida por consumidores sino por
agricultores, pescadores, artesanos, etc. Siendo los
terratenientes que vivían de rentas una pequeña
fracción de los habitantes urbanos.

Por ultimo Gallego realiza este análisis: si
la población urbana ya no representa una pequeña
fracción consumidora, del conjunto de la ciudad estado y
si finalmente, la separación entre ciudad y campo resulta
en la mayoría de los casos improcedente, debido al
carácter aldeano de la poleis, ¿se puede hablar de
la ciudad consumidora como aquella comandada por una
población urbana cuyas economía y relaciones
de poder dependían de la riqueza generada por los tributos y
rentas que le llegaban de los productores rurales directos que
vivían en el campo?

Para contestar el interrogante, el autor se apoya en las
conclusiones de Campagno, historiador que tomamos como referente
en el capitulo del surgimiento del Estado en Egipto,
sosteniendo que sus enfoques no han asumido los aspectos que
plantean una explotación de sistemática de los
campesinos desde la ciudad controlada por los
aristócratas, sino que se han basado en la idea de una
inclusión de los labradores en la polis como un hecho que,
en principio, resulta extraño a los valores
campesinos, en tanto que altera la lógica
reciprocitaria de la aldea basada en el parentesco,
sumándole el efecto de la nueva lógica
política ligada a la definición de la practica
estatal. En el devenir histórico de la era arcaica se
dará una mutación singular que llevara a una
incorporación plena del campesinado a la par de la elite
en el plano político e institucional.

El
ciudadano y la política en la tardorrepublica
romana

El último siglo de la república romana ha
sido siempre un campo de interés
particular para la reflexión histórica.
Especialmente luego de la finalización del período
de concentración del poder aristocrático
hegemonizado por la figura de Sila es que comienzan a producirse
rápidas transformaciones políticas e
institucionales. En este espacio de la política interna
romana la acción
popular en general ha quedado relegada a un segundo plano del
interés histórico, y subordinada por el accionar de
los caudillos políticos y los enfrentamientos militares.
Se propone realizar un acercamiento a las últimas
posiciones historiográficas en donde se centra el
interés histórico en las formas de acción
política de los sectores populares romanos.

Los principales autores que debaten esta
cuestión, y en particular por su enfrentamiento son Henrik
Mouritsen, con su libro Plebs
and Politics in Late Republican Rome
,(Plebe y Política
en la tardía republica, trad.propia) y por otro lado
Fergus Millar, que publicó The Crowd in Rome in the Late
Republic, (La Muchedumbre en Roma durante la
tardía republica, trad.propia).

En relación a uno de los autores, Mouritsen, este
ofrece una revisión de la evidencia en cuanto al poder
votador del populus Romanus en asambleas legislativas y
electivas. El autor rebatirá la expandida opinión
aceptada que facciones senatoriales manipularon el camino con el
que las clases inferiores depositaban sus votos por los lazos
arraigados de patrocinio.

Uno cuantos dominaron el gobierno romano,
familias muy ricas, y bien unidas, pero el Senado no
confió en el sistema mal definido de clientela para
ejercer y mantener su autoridad.
Incluso más con decisión Mouritsen plantea
desafíos a los argumentos recientes, como los que sostiene
Fergus Millar, sobre que la republica Romana, en su periodo
tardío, era democrática en la naturaleza y
que las asambleas votadoras representaron el poder verdadero
"popular".

En cambio
Mouritsen muestra que
mientras el populus Romanus en la teoría
sostenida, ejercía el poder votando, el poder que
podría haberlo hecho una fuerza formidable en el gobierno,
en la práctica esta fuerza raras veces era realizado, que
es hasta la tardía república. En el desarrollo de
su tesis Mouritsen se adentra en el debate en curso sobre la
naturaleza de la política en la Roma tardorrepublicana,
los cambios que habían ocurrido en la asistencia y
concurrencia de asambleas, y la influencia de la gente
común en el proceso de votación.

El autor expondrá los puntos principales en su
análisis: la clientela como una fuerza en la
política romana más, esta dada por sentado. Es
improbable que los ciudadanos más pobres de Roma
estuvieran destinados a las familias individuales de la elite
dirigente o podrían confiar en el patrocinio para la
supervivencia, lo que significa que la gente común tuvo
que apoyarse en ellos y sus familias. La mayoría de los
plebeyos pobres tuvieron que trabajar y trabajar mucho, hasta
después de que las subvenciones y el reparto de favores
habían sido introducidos como mecanismo de "ayuda" para
inducir los votos.

Mouritsen advierte, sin embargo, que mientras esta
"rehabilitación" de la plebe los presenta a la luz como
más respetables, esto no significa que ellos eran
políticamente activos.
¿La soberanía del populus Romanus era una frase
popular, pero quien constituyó "a la gente" y su poder de
votación hizo Roma una democracia? La
respuesta a la pregunta pasada es claramente no, y Mouritsen
presenta tentativas de explicar por qué la mayoría
pobre no ejerció su poder sobre el gobierno.

Como parte de su desafío a la
interpretación "democrática", sostenida en
particular por Fergus Millar, Mouritsen hace una
distinción crítica
entre " la gente " como un concepto político " y la gente
" como " la suma de individuos que arreglan el cuerpo
ciudadano".

.En la teoría la gente romana realmente de verdad
tuvo la última palabra por su poder de votación,
pero en la práctica las masas que constituyeron a la gente
romana no se animaron a participar y principalmente no
podían ser molestados para hacerlo así. Para ver el
populus Romanus, al que diligentemente hicieron la corte en los
discursos de
políticos, como un grupo monolítico, el autor
analiza el hueco entre el ideal y la realidad de política
romana, entre el populus Romanus y las muchedumbres que llenaron
el Foro y el
Saepta

Para sostener su hipótesis el autor evalúa
los ajustes físicos (principalmente el Comitium, el Foro
Romanum, y Saepta) en el que varias asambleas se encontraron, de
manera que él quiere intentar determinar cuantos a
votantes estas áreas podría sostener o contener, en
concordancia con su hipótesis.

Mouritsen da como pruebas de su
hipótesis, revisiones de la evidencia sobre el Comitium y
concluye que esto podría haber acomodado a 3600-3800
personas. Las Asambleas legislativas fueron movidas del Comitium
al Foro Romanum en 145 aC (en la instigación de C. Licinio
Craso) y contiones en 122 aC (en la instigación de C.
Gracco). Mouritsen advierte que ningún movimiento fue
hecho en un esfuerzo para acomodar las muchedumbres crecientes de
votantes. Al contrario, los movimientos eran gestos
políticos hechos por políticos independientes
importados y diseñaron para mostrar el desafío
contra el senado. El Foro Romanum podría haber acomodado
hasta 10,000, pero esto no significa que 10.000 personas se
reunieran para votar, y la asistencia total probablemente
permaneció baja.

Aunque algunas estimaciones sugieran que el Saepta en el
tardia republica Romana podría haber acomodado no menos
que a 70.000 votantes, Mouritsen analiza como fuentes a la
evidencia literaria sobre la asistencia y concurrencia real y
concluye que asambleas hasta electivas, presentan números
raras veces o poco probable alcanzados, superior a 10.000
personas, raras veces más que unos cien de cada tribu
presentes. De modo interesante, nadie mantuvo la pista de cuantos
fueron los votantes presentes: " en elecciones era importante
salir primero, pero números reales nunca son mandados "
según las fuentes analizadas por el autor

La elite hace muy poco para animar al votante, es
más, intentaba mucho desalentarlo.

Para sustentar su posición acerca de que la tardo
republica no fue una "democracia" en la que realmente todos los
habitantes participaban, el autor sostiene que pocos ciudadanos,
quienes tuvieron que trabajar en su profesión,
habrían sido capaces de dejar un día completo para
participar en el proceso de votación.

" Había en otras palabras un contraste marcado
entre el potencial 'democrático' de estas instituciones y
su formato limitado, que en realidad excluyó las masas
ellos formalmente representaron " sostiene Mouritsen.

Las clases inferiores no fueron impedidas asistir
contiones,( asambleas populares), pero la necesidad de trabajar,
el cambio frecuente de lugar de reuniones públicas, y la
carencia de interés a cuestiones políticas
habría sido bastante para disuadir su
participación.

El autor pone en duda la idea que las asambleas
legislativas explican la naturaleza democrática de
gobierno romano, ya que desde la votación corporativa, el
confinamiento de plebe urbana a cuatro tribus, y las limitaciones
físicas impuestas al proceso de votación
habrían impedido a la mayor parte de ciudadanos atender
los asuntos políticos.

Algunos autores han propuesto una interrupción
entre los lazos de patrones y clientes en la
tardía república para explicar la subida del poder
de sectores populares, pero Mouritsen argumenta que tal
explicación es innecesaria. Hasta la tardía
república el potencial que votar, el poder de las clases
inferiores simplemente no había sido explotado.

Mouritsen explora el medio por el que las masas urbanas
fueron motivadas para votar en la tardía república
cuando ellos tenían poca razón para hacerlo
así. Los funcionarios elegidos no podían pasar la
legislación sin votaciones.

Por otro lado las clases altas dominaban las
magistraturas más importantes, pero también las
clases inferiores no podían confirmar cuando
tendrían una posibilidad para votar; ellos no fueron
compensados por tomarse el tiempo para ir
a votar; y unos habrían tenido que viajar mucho tiempo
distancias y el gasto el trabajo de un
día entero para votar.

Entonces el autor se pregunta ¿por qué la
gente pobre en la tardía república se molesta en ir
a votar? La respuesta a esta pregunta es: el camino del soborno
electoral que había servido para funcionar. Además
de juegos y las
demostraciones de apoyo popular vía el séquito de
alguien, candidatos ricos recurrieron al soborno rotundo, que
cuenta con intermediarios (sequestri) para sostener el dinero que
prometieron a una tribu, y divisiores quienes
distribuyeron el dinero una vez
que un resultado deseado fue alcanzado.

Mourtisen utiliza para sostener su hipótesis
fuentes literarias que muestran que la legislación contra
ambitus (sobornos) no fue apuntada a asegurarse procedimientos
democráticos, sino, que dio la ventaja injusta a los
hombres de medio extraordinario y limitó las posibilidades
de éxito
para la nobleza de medio más modesto.

El autor utiliza como fuentes para su análisis
cuestiones que incluyen los espacios físicos en los que
las asambleas se encontraron, el número de candidatos que
permitieron a un votante votar a favor de cada uno en cada
elección, utiliza como fuentes la Lex Licinia de
sodalitatibus
, los textos de Licinio Craso, (que
investigó en la antigüedad las cantidades de
participantes),Cayo Graco, Cayo Valerio Tappo, Cayo Verres (que
redactó las listas, los procedimientos y la duracion de
las votaciones), Polibio, los senatusconsultos emitidos por el
Senado en cuanto a la participación popular en la
sanción de las leyes, leges Aelia et furia, lex Cassia
tabellaria,lex Cornelia Fulvia,lex Octavia frumentaria, lex
Oppia, Forum Romanun,Forma urbis, entre otras.

Por otro lado, Fergus Millar es quien sustenta la
naturaleza "democrática" de la Roma tardorepublicana
sosteniendo que a menudo se había pensado que una clase
gobernante dominó la política romana, o hasta la
aristocracia, y esto a veces era supuesto que el Senado era un
cuerpo legislativo.

El trabajo de Millar y el planteamiento de su
hipótesis toman una dimensión nueva, y explora las
consecuencias de una democracia en la que las magistraturas
romanas podrían ser ganadas sólo por la
elección directa por la gente.

Y mientras el Senado de verdad podría discutir
asuntos públicos, aconsejar a otros magistrados, y hacer
algunas decisiones administrativas, este no podía
legislar. Fergus Millar cita el caso de un magistrado quien quiso
sancionar una ley y tuvo que
salir de la Casa del Senado y proponerlo a la gente en el Foro –
donde allí existían, según el autor, pocas
garantías de una manipulación.

En este estudio, Fergus Millar explora el desarrollo de
la República romana, la que, a finales del siglo I
había venido para cubrir la mayor parte de Italia.

Había casi un millón de votantes adultos
masculinos en el tiempo de Cicerón, pero no había
ningún distrito electoral, y ningún voto por
correo.

Para ejercer sus derechos, los votantes
tuvieron que venir a la persona a Roma y encontrarse en el Foro.
Millar toma el período de la dictadura de
Silla al cruce de Cayo Julio Cesar del Rubicon y muestra como la
política de la muchedumbre o la plebe era central a los
grandes cambios que ocurrieron año tras año, y
cambiaron la República siempre.

La originalidad del trabajo de Millar reside primero en
su tratamiento serio de la importancia de la oratoria al
aire libre en la
vida romana pública, y segundo, en su empleo de las
narrativas de acontecimientos los que la evidencia proporciona.
Asimismo Millar, en contraste con la posición de
Mouritsen, rechaza interpretar estas narrativas a la luz de
teorías
modernas sobre la importancia del sistema de
patrón-cliente, o la
dominación del Senado.

Este trabajo pregunta como nosotros deberíamos
entender la República romana: como una red de familias
aristocráticas que dominan a la gente, o una
errática democracia volátil en la que el poder fue
ejercido por la proporción diminuta de los ciudadanos
quien en realidad vinieron para escuchar a discursos y
votar.

Millar va a demostrar en su trabajo como el pueblo
romano se ocupa de actuar en y resaltar su papel histórico
en audiencias, como testigo, y en algunos casos como
juez.

Fergus Millar utilizará las pruebas sobre la
existencia de la corrupción
de la democracia como evidencia de su existencia. Que el soborno
era extenso demuestra cómo el asentimiento popular
esencial era juzgado para estar para el ejercicio de la
energía política, para nuestro autor, al contrario
de Mouritsen que sostenía que se empleaba la corrupción para fomentar la "democracia" y
la participación popular.

El autor ha establecido firmemente la importancia de la
franqueza en los funcionamientos de la república romana,
en cuanto todo el negocio público debía
correctamente ser conducido en la vista completa del Romanus
populus. La naturaleza cara a cara del gobierno antiguo se ha
demostrado claramente, para Millar en el periodo
tardorrepublicano.

Sin embargo Millar va a sostener el carácter
democrático de la tardo republica al analizar como fuentes
literarias, los discursos al aire libre, la presencia de grandes
masas de personas en las deliberaciones, y como va a sostener el
autor, esas masas participan y discuten multitudinariamente los
asuntos políticos, en contraposición de la postura
de algunos autores, como Mouritsen, que afirman que las
ocupaciones de los trabajadores hubieran hecho imposible su
participación.

Millar utiliza como fuentes para el desarrollo de sus
hipótesis sobre el carácter democrático de
la tardorrepublica romana, a Marco Tulio
Ciceron,Apiano,Asconio,Ausonio,Cayo Julio Cesar, Dion Casio,
Herodoto, Dionisio de Halicarnaso, Plutarco, Plinio el viejo,
Verrón, Salustio, Polibio, Valerio Máximo,
Suetonio, Fenestella, Licinio Granio., etc.

Consideraciones Finales

Los objetivos del presente trabajo estuvieron centrados
en exponer y considerar el modo en cual se configuraron las
prácticas estatales en la Antigüedad.

Dentro de ella, hemos presentado un recorte sobre los
problemas a
investigar acerca del eje central: el surgimiento del Estado
tanto en Egipto, Grecia o el rol de los ciudadanos en las
prácticas estatales en la tardorrepublica
romana.

Hemos contrastado las principales hipótesis
acerca de cada recorte temático expresado anteriormente y
desarrollamos brevemente las líneas de investigación propuestas por cada autor
resumidamente, así como las fuentes utilizadas en cada
caso.

Asimismo expondremos las conclusiones propias de cada
problema de investigación.

En el caso del surgimiento del Estado en Egipto
afortunadamente en los últimos años se ha producido
un acercamiento entre la egiptología y la antropología en gran parte por la
incorporación de muchos egiptólogos con un bagaje
académico en antropología, quienes han contribuido
a dinamizar y renovar los enfoques y los marcos teóricos
de la investigación egiptológica. Libros
publicados en las últimas décadas del siglo XX,
como los escritos por B. Kemp, K. Weeks, J. Janssen, K. Bard, S.
Seidlmayer and J. Richards, entre otros, han conducido a la
ruptura de ese estancamiento que el mundo académico
egipcio sufrió durante los 50 y 60 y a los impresionantes
avances ocurridos en el pasado reciente en la comprensión
de la antigua sociedad egipcia faraónica en su conjunto y
en particular, de los orígenes de Egipto. Asimismo
análisis cuantitativos han permitido aportar evidencia que
ha enriquecido el debate historiográfico sobre
Egipto.

Estos nuevos métodos,
más rigurosos que los aplicados anteriormente para el
estudio del Predinástico egipcio, han permitido establecer
sistemas para la
detección de enterramientos pertenecientes a las clases
privilegiadas por medio de la medición de una serie de indicadores de
status, han permitido detectar un cierto número de
aspectos del período Amraciense o Naqada I que
subrayarían su importancia como punto de inflexión
en el desarrollo social
del Egipto predinástico, aunque anteriormente muchos
autores tendían a subestimarlo presentándolo como
una mera prolongación del anterior período
Badariense.

Los nuevos estudios cuantitativos, incorporando herramientas
tomadas de la antropología y de la sociología, han permitido asimismo
comprobar que en el proceso de evolución política y social del
Egipto predinástico, asentamientos distantes de los nuevos
centros de poder que surgieron en Abidos, Naqada o
Hierakónpolis, tendieron a ser marginados, registrando un
descenso en su grado de desigualdad
social que a medida que transcurría el tiempo, se
desplazaba a esas concentraciones urbanas, capitales de reinos
predinásticos del Alto Egipto.

En cuanto al mundo griego, en definitiva, la
inclusión de los campesinos en la ciudad griega fue un
fenómeno histórico complejo, que si bien no se dio
de una manera semejante en todos los casos, podemos generalizar
algunos aspectos en tres posiciones: 1- la posesión de
la tierra en
forma autárquica y sin cargas rentísticas o
tributarias. 2- la integración de los habitantes, basados en
la incorporación a las milicias hoplitas, basadas a su
vez, en las condiciones económicas habilitadas por la
tenencia libre de la tierra. 3- la
participación política en grados
variables en los diversos aspectos del gobierno del
Estado.

Los campesinos griegos no fueron una clase
políticamente dominada o económicamente explotada.
El carácter único de su integración
(política, económica, militar y religiosa)
constituyo un acontecimiento notable, cuyos efectos quedaron
sellados en la estructura del
Estado Griego.

Los investigadores, cuando analizan la participación ciudadana en el mundo
político de la tardorrepublica romana difieren en cuanto
al uso de las fuentes: mientras que las corrientes
historiográficas enroladas en autores como Mouritsen
sostienen, además de las fuentes literarias, el uso de
registros arqueológicos (el análisis de los
espacios físicos) para demostrar la escasa
participación ciudadana en este periodo de la republica
romana, otros investigadores como Fergus Millar, sostienen el
carácter "democrático" de este periodo, lo hacen
demostrando básicamente a través de fuentes
literarias, que la participación de la plebe fue un
elemento indispensable en el funcionamiento de las magistraturas
romanas.

BIBLIOGRAFÍA

  • Campagno, M., "Parentesco, intercambios, conflictos.
    Consideraciones sobre el surgimiento del Estado en Egipto". en
    Daneri Rodrigo A. (ed.), Relaciones de intercambio entre
    Egipto y el Mediterráneo Oriental (IV-I milenio
    a.C,)
    ,Buenos Aires,
    editorial Biblos, 2001.
  • Campagno, M., Surgimiento del Estado en Egipto:
    cambios y continuidades en lo ideológico. Facultad de
    Filosofía y Letras, UBA, Bs.As, 1998
  • Campagno, Marcelo, De los Jefes-parientes a los reyes
    dioses, Surgimiento y consolidación del Estado en el
    Antiguo Egipto,Barcelona,Akal, 2002
  • Finley Moses, La Grecia Antigua, Economía y
    sociedad, Barcelona, 1984.
  • Frankfort, H., Reyes y Dioses.
    Barcelona,
    Revista de Occidente, 1976.
  • Gallego Julián, Campesinos en la ciudad, bases
    agrarias de las polis griegas y la infantería hoplita,
    Buenos Aires, Ediciones del Signo, 2001
  • Gallego Julián, El mundo rural en la Grecia
    Antigua, Madrid,
    Akal, 2003
  • Kemp, B., El Antiguo Egipto, Anatomía
    de una civilización. , Crítica,
    1992.
  • Millar, F, The Croad in Rome in the Late Republic,
    University of Michigan Press, 2001, traducción propia de Carlos Garcia Mac
    Gaw.
  • Mouritsen, H, Plebs and politics in the Late Roman
    Republic, Cambridge University Press, 2001, traducción
    propia de Carlos García Mac Gaw.
  • Redfield R, Peasent society and
    culture,Chigago,University Press, 1956

 

Prof.Mariano Pilling

Guillermo Coman

Instituto Superior de Formación
Docente Y Técnica N°15

Campana.

Pcia de Buenos Aires

Argentina

INSTITUTO SUPERIOR DE FORMACION DOCENTE Y TÉCNICA
N° 15

Prof.Berta Marquehosse

SEMINARIO DE INVESTIGACIÓN HISTÓRICA
II

Lic.Oscar.J.Trujillo

27-03-2007

Partes: 1, 2
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente 

Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

Categorias
Newsletter